viernes, abril 28, 2006

CXL

Revive el trueque,
mis letras
por tus lápices,
volad rapaces,
la ocasión se hace,
la ilusión nace
en el corazón
de los tenaces,
que concesión
nunca jamás hacen,
a la pretensión
de los mandamases,
de poder ocultarse
tras la confusión
que subyace,
en los conflictos
de intereses.
Ya te negué tres veces,
dios verdadero, poderoso
caballero de Quevedo,
ahora pierdes el Don, dinero.
Tensión en sus fauces,
ahora me veis,
ahora no me veis,
volveréis la vista
buscando la avispa
que surca el aire
y su aguijón os hinca.
Se deshace el sabor
del dinero, en paladares
obscenos, de tanta gula,
como perros de Paulov,
al oír sonar la campana
en el venerado parquet,
yo sigo tirándome
en el fresco parque,
donde el verde
lo aporta el césped,
y no tintados papeles,
que solo me dan sudores,
las cosas mejores,
son gratis señores,
no se corten, sírvanse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres mi ídolo.