sábado, julio 01, 2006

Adictos al chocolate.

Que espléndido momento cuando despacio, introducimos en nuestra boca el sabroso chocolate que se deshace inundando nuestro paladar, haciendonos salivar desde el mismo momento en que lo visualizamos hasta el fatídico momento en que se agota. Que espléndido; y que calmados quedamos mientras dura la degustación que solo deja espacio en nuestras ajetreadas cabezas para el dulce placer que nos transmiten nuestras aplicadas papilas gustativas, que gustan de vibrar con el cacao.
Y como no aficionarse después a esos momentos de placer, como renegar de la tranquilidad que por unos instantes releva a la fatídica realidad, con sus prisas, sus incertidumbres, sus decepciones y su estrés. Asi, buscando cobijo en aquello que nos aisla sedándonos, nos convertimos a veces en fieles seguidores de diferentes vertientes del placentero bote de helado de chocolate antidepresivo. Porque si cada persona es un mundo, tambien cada cual posee su adicción. Cada uno busca refugio según sus necesidades, y cada uno halla respuestas en diferentes lugares de peregrinación, corriendo el peligro de caer en la trampa del exceso, pues perdiendo la medida nos lanzamos de cabeza a la piscina llena de chocolate, que se nos presenta como un espejismo salvador cuando caminamos vagando perdidos por los desiertos, y nos clavamos mas en la ardiente arena sin darnos cuenta de ello.

Tabaco, alcohol, sexo, drogas, trabajo, internet, chocolate, fármacos, rutina, televisión, amor...
Casi todo es susceptible de crear adicción, si nos dejamos llevar por la desidia y nos creemos la falsa tranquilidad que nos aporta satisfacer nuestro mono. Ese que se instala junto a la oreja incitándonos, como el diablillo rojo de los dibujos animados, a satisfacer nuestras ansias y no nuestros deseos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

joe hasta he segregado saliva ! :P
ji!
mis adicciones se basan en los baños de agua caliente, los blogs, el descubrimiento de series, música, películas... los viajes y las novedades. El sexo se da por hecho. JE
besos

DdBlog dijo...

Tienen mas pinta de aficiones que de adicciones, mejor asi, lo malo es que a veces no se si porque nos sobra vicio o nos falta voluntad, como dice Fito, nos hacemos esclavos de estas.Que es cuando hay que empezar a tener cuidadín ;)