martes, marzo 27, 2007

Es solo a veces.



Es, solo a veces. Solo sucede esporádicamente, solo en esos días en que la atmósfera esta clara, que se dibuja en la débil curva del perfil del horizonte el contorno y la masa oscura de la gran cordillera del atlas, allá en la mágica África. Desde este lado de las columnas de Hércules, cuando esto ocurre y contemplo esas tierras que han aparecido como una ilusión de la nada, esas montañas de las que el día anterior no había ni rastro, y nada en el horizonte podía hacer pensar en la cercanía de otro continente, es en ese momento cuando el pulso místico que mana de su silueta, me hace caer en las redes de cientos de historias; de aquellas que quedaron en antiguos pliegos marcadas en negra tinta de elegante y cuidada caligrafía, de las que nunca vieron la luz quedando a oscuras en la imaginación, de aquellas que han sido, son y serán, sin llegar nunca a encontrarse, sin ni siquiera sospechar una de la existencia de la otra. Y mientras camino, a medida que avanzo en pos de alcanzar el punto mas cercano a ellas, quedo maravillado, no solo por la magnífica estampa que crean en el horizonte, o por el infinito vinculo velado que une estas dos tierras tan iguales y tan distintas, o por la imaginaria desatada por su hechizo. Quedo maravillado por todo lo que es capaz de despertar la sensación de misterio, de embrujo, que envuelve el fortuito ir y venir de aquestas tierras misteriosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog y las fotos de tu flickr. Y por cierto veraneas en tubalitas?.