jueves, octubre 19, 2006

Escribo luego existo


Para un animal sociable por naturaleza como es el Homo Sapiens, capaz de desmarcarse del resto de las especies animales gracias a la razón y al uso que hace de esta; el acto de la comunicación con los de su misma especie es algo cotidiano. Continuamente en el trato con los demás, nos expresamos de diferentes formas, no influye solo el lenguaje elegido para tal acción; no es cuestión solo de palabras, influye la entonación con que utilicemos estas que transmiten nuestro estado de animo; esta el lenguaje corporal, mas comunicativo a veces que el propio idioma y mas universal; incluso otros lenguajes como el arte o la música.

Sin embargo en una era de globalización automatizada donde un individuo es capaz de expresarse en una plataforma a la que cualquier otra persona puede acceder desde cualquier otra parte del mundo, en una era donde las distancias se acortan y en un día puedes partir de cualquier punto del mapa y aterrizar en sus antípodas, en una era donde la foto del mas buscado o la mas deseada tarda breves minutos en colarse en todos los hogares a pesar del “jet lag” vía VHF.

El Homo Sapiens es inevitablemente extraído de la comuna para ser presentado en sociedad.

Escribir no es algo nuevo, ni siquiera la necesidad de hacerlo, aunque la capacidad de ello estuviese vetada y aun lo este para muchos. La necesidad de escribir es la necesidad de expresarse; desde la veracidad de Altamira a la geometría del cuneiforme, del misterio de los jeroglíficos al cosmopolitismo de la piedra roseta, del sacrificado tatuaje maorí al elaborado graffiti de barrio. Lo único que hemos necesitado siempre ha sido un soporte limpio y algo para mancharlo con aquello que nos ronda la cabeza.

Materializar el ideal es un instinto que todos tenemos, yo creo que escribimos porque a veces ya no nos cabe mas dentro, y debemos darle salida. Porque debemos dejar constancia de nuestro paso plasmando la propia historia. Porque buscamos la aceptación de los demás y nos reconforta oír que otros piensan como nosotros, eso nos aleja de la locura. Escribimos porque nos transporta a esa otra realidad que todos tenemos, la no compartida, ayudándote así a corregir la vida, enderezando los renglones torcidos de dios.

Para mi escribir es recordar y no olvidar, descubrir inventando y aprender, refugio donde calmar la sed. Ahora las bitácoras florecen en el fértil manto virtual, semillas de ese instinto comunicativo y sociable; un trueque continuo de experiencias y profecías. Y mientras las ganas de compartir marquen el ritmo de los teclados y la cadencia de los post. Todo marchara bien.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

guaau, veo que el tema te ha tocado fibra. Creo que tienes razón cuando dices que quizás escribamos para ser aceptados por el grupo y que nos reconforta que los demás reafirmen nuestras palabras. Ahí puede estar la clave sí señor... gracias por el artículo. Que haya más!
saluditos!

DdBlog dijo...

Me alegra que te haya gustado, gracias a ti. Y esperemos que haya muchos más. Nos vemos en el próximo fascículo.:-)

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho y coincido con Cabaret " ser aceptados por el grupo y que los demás reafirmen nuestras palabras" y también "dejar constancia en la historia" Ambos habeis hecho una descripción muy acertada: De ella me ha gustado sobre todo su excelente sarcasmo al intentar decir que en el fondo, y si esforzaramos la vista, encontrariamos menos de lo que deseábamos dentro de este mundo saturado de literatura. Y de ti tús argumentos antropologicos que complementan lo que ha escrito ella. Enhorabuena a los dos y muchas gracias...

Anónimo dijo...

perdonar por los acentos mal puestos

DdBlog dijo...

Gracias a ti y bienvenid@, esperemos vernos mas por aqui y seguir reafirmandonos los unos a los otros. Un placer.

pepitadelospalotes dijo...

No digo que no tengáis razón, pero para escribir hay muchos motivos, infinitos. Yo escribo desde pequeña un diario que no lee nadie (casi ni yo misma) por lo que obviamente no lo hago por reconocimiento ni por ser aceptada. Es mas bien una manera de desahogarme, un contacto conmigo misma. De hecho llevo tanto tiempo escribiendo "para y por mi misma" que he intentado hacer un blog y no me sale, no sé qué escribir cuando sé que lo va a leer más gente.
En fin, sólo digo que depende de la persona y el momento, no creo que haya un sólo motivo para la necesidad de comunicación.
Un beso sr. Dirán.